Así que yo les digo: Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá la puerta. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. Lucas 11:9-10 Nueva Versión Internacional
Todos tenemos anhelos y deseos en el corazón porque los sueños nos mantienen vivos. Vivimos de los sueños y se vale hacerlo. En estas parte de las Escrituras, Jesús le enseña a sus discípulos a
salir del mundo de los deseos y los anhelos, hacia donde los sueños se vuelven realidad.
Es necesario que alistes maletas, porque hoy te vas a mudar, vas a alcanzar tu empleo, saldrás de la enfermedad a la sanidad y de la escasez a la abundancia.
Jesús aprovechó la pregunta que le hizo uno de sus discípulos para que les enseñara a orar, para que ellos pudieran hacer sus sueños realidad. Jesús no sólo les enseñó a orar, también les enseñó a conquistar en oración.
Toda oración comienza con adoración y alabanza, también les enseño a buscar el Reino de Dios en cada área de sus vidas; luego, les enseñó a pedir. Al Padre le encanta que pidamos; cuando tú le pides a Dios, le reconoces como tu Padre y Proveedor. Jesús nos enseñó a
pedir perdón, protección frente al mal y la tentación. Además, nos dio una llave para salir de los sueños a la conquista: ¡Pedir! ¡Es tan sencillo!
Santiago 4:2 nos enseña que en vez de vivir en el mundo de los sueños enviando y codiciando,
más bien aprende a pedir. Todo lo que tienen los demás, Dios te lo puede dar a ti y mejor. Dios te presenta un plano mejor y más sencillo para alcanzar la conquista: “pedir y se os dará”. Si quieres algo, lo que sea, pide y lo recibirás.
No es complicado pedir, es simplemente saberlo hacer. La Biblia dice que Dios da semilla al que
siembra, así que si te consideras un sembrador pero no tienes semilla para sembrar, pídele y el
te la dará porque Él es fiel a Su palabra. Si tú buscas al Espíritu Santo lo vas a hallar porque el que busca, encuentra. Si buscas a Dios lo vas a encontrar.
Te muestro estos ejemplos: El rey Asa tuvo una guerra contra un millón de etíopes y venció. Él no quería guerra sino paz; buscó a Dios, le pidió paz y Él se la dio por 35años en su reino.
El rey Uzías quería prosperidad y dice la Biblia que mientras buscó a Dios, prosperó. Son cosas tan
sencillas que cualquiera las puede tener.
Bartimeo oyó hablar de Jesús y soñaba con tenerlo enfrente para obtener su milagro, y un día escuchó que Él venía y empezó a llamar, y dice la Biblia que lo llamó, Jesús respondió ante su fe y recibió su milagro. Al que llama se le abrirá.
Pedid, buscad y llamad. La mujer del flujo de sangre buscó a Jesús entre la multitud y encontró algo que los demás no habían encontrado.
Son cinco llaves para que salgas de los sueños y conquistes:
1. Orar
2. Pedir
3. Buscar
4. Llamar
5. Importunar
Importunar es provocar a Dios para que ejecute Su poder y promesas en tu vida. A Él le encanta
que lo importunes, cántale, da un pacto, tráele una promesa.
Cuando Dios te da algo, te da lo mejor, buenas cosas. Él tiene una mentalidad de Rey y no quiere
que sus hijos coman de las migajas. Dios tiene preparado un banquete para ti. Cuando tú le pides a un rey, su mente interpreta diferenté es decir, buenas cosas.
El problema está en nuestra mente, somos
pesimistas por naturaleza y demasiado conformistas, pero tú debes creer a Dios y Él te lo va a dar.
Ora, pide, busca, llama, importuna y se te
abrirán las puertas, sal de tu sueño y conquista.
Por: Rafael Reyes
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