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ATRACTIVO, PERO NO ES BUENO

Pónganlo todo a prueba, pero quédense nada más con lo bueno, y rechacen todo lo malo.

1ra Tesalonicenses 5:21-22 Traducción al Lenguaje Actual

No se puede tener una relación amorosa con el pecado, mucho menos coquetear. El pecado siempre se presenta con promesas vanas, con engaños, con el fin de que se haga según es su deseo. El pecado siempre se presentara «como lo que no es». Su único trabajo, el afán del pecado es seducirnos, apelando a nuestras debilidades.

El pecado se presenta como «esa tierra prometida y de abundancia», «es como la realización de nuestros sueños y anhelos en menos tiempo y muy fáciles de alcanzar»

El enemigo pone en nuestra mente ideas, pensamientos, imágenes todo ello con el objetivo que ya no pensemos en lo verdadero, en lo justo, en lo puro, lo amable, todo aquello que es de buen nombre, en lo digno de alabanza, es decir, aleja nuestra mente de Cristo.

El pecado nos hace promesas engañosas, como lo hizo al principio con Eva. El enemigo logro su objetivo, al desviar la mente de Eva del pensamiento de Dios y cuando ella presto atención a las palabras del astuto enemigo, el fruto se veía mas atractivo y comenzó a enamorarse con la idea de que podía ser igual a Dios; el fruto era atractivo, pero no era bueno.

Nuestra mente tiene que estar enfocada en todo don perfecto, en vivir la santidad recordando que tenemos la mente de Cristo. Debemos entonces acudir a Dios, para que nos ayude a tomar buenas decisiones que le glorifiquen a El en todo tiempo.

Tres son los enemigos que tratarán de desviarte de la Voluntad de Dios: el mundo, la carne y el enemigo harán todo lo que sea posible para que caigas en sus trampas, y ya no sigas el buen camino por donde venías. Utilizarán todas sus artimañas para que disfrutes de los deseos de los ojos, los deseos de la carne y la vanagloria de la vida, hasta te podrían hacer creer que tendrás el mundo y sus reinos en tus manos; pero detente, has un alto, reflexiona por un momento, no veas lo bueno de ello, a la vista es de buena apariencia pero su fin es camino de muerte.

¿Recuerdas ese pasaje de las Escrituras donde el diablo tentó a Jesús? Satanás le ofreció muchas cosas, pero todas ellas era satisfacer las necesidades físicas, las necesidades humanas, pero Jesús supo resistir la tentación, con la Palabra de Dios y templanza que es el dominio propio, reprendió a Satanás y este se fue como siempre derrotado.

Deja que Dios sea el Señor de tu vida, deja que Él guíe tus pasos, si vas a escuchar la voz que solo sea la de Dios. No puedes servir a dos señores, no puedes tener amistad con Dios y con el pecado, es necesario que abandones el pecado por muy atractivo que sea.

En todo tiempo que tu mirada, que tus ojos solo se enfoquen en ver a Jesús, el mundo y sus deseos pasan pero el que hace la Voluntad de Dios permanece para siempre.

Por: Rafael Reyes