INTRODUCCIÓN: ¿Alguna vez se ha imaginado a Dios agobiado, sentado en su trono rascándose la cabeza diciendo: esto nunca lo podré resolver? La Palabra enseña que Él no se cansa, es más se le llama TODOPODEROSO, el profeta Isaías dice que: NO DESFALLECE, NO SE FATIGA Y NO HAY QUIEN ALCANCE SU ENTENDIMIENTO. Y si esto fuera poco también dice que: DIOS DA ESFUERZO AL CANSADO Y MULTIPLICA LAS FUERZAS AL QUE NO TIENE NINGUNAS.
La lectura se trata de este hombre llamado: Sansón. En esta ocasión le vemos en una situación muy complicada, recién se había casado con una mujer de Timnat y cuando regreso el suegro, le hace mención que la ha entregado a alguien más y causo el malestar en Sansón que fue a cazar trescientas zorras y las junto dos a dos y en cada par de zorras puso una tea y las llevo a los campos de los filisteos en el tiempo de la cosecha. Los filisteos indagaron quién era el que ejecuto tal hecho y todos señalaron a Sansón y sus compatriotas lo entregaron a los filisteos. Pero Sansón con una quijada de asno mató a mil filisteos, a tal grado que terminó muy exhausto y según Sansón ese seria el fin de su vida.
¿Por qué será que después de hacer grandes proezas, hazañas; siempre pequeña cosas nos derriban?
Siempre habrán situaciones que nos harán perder el aliento, pero debemos esperar en Jehová. Porque los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas. Las nuevas fuerzas no son exclusivas para jóvenes, es para todos los que en Dios esperan.
Sansón se agotó en extremo al matar a mil filisteos con la quijada fresca de un asno, tanto se cansó que clamó al Señor. Y esto renovó sus fuerzas.
Clamar: es pedir con desesperación ayuda, pidiendo de favor un pronto auxilio.
excelente.. Gracias querido Pastor